El FMI rechaza propuesta de minería Bitcoin de Pakistán

El Fondo Monetario Internacional (FMI) manifestó su rechazo a la iniciativa del gobierno de Pakistán relacionada con la minería de Bitcoin. El organismo no está de acuerdo con el plan de subsidiar la energía para estimular la expansión de esta industria en la nación. Según algunos medios , las preocupaciones del FMI son firmes y podrían afectar la relación bilateral.

Paralelamente, se conoció que las autoridades pakistaníes están trabajando con otros organismos, como el Banco Mundial (BM), para rediseñar la propuesta. Recientemente, también informaron su intención de crear una reserva estratégica de Bitcoin, similar a la de Estados Unidos. Como era de esperarse, esta idea tampoco sería bien recibida por el FMI.

En una comparecencia ante el Senado del país, el secretario de Energía, Fakhray Alam Irfan, lamentó la postura del FMI frente al plan. Señaló que el rechazo del organismo es categórico, pese a que Pakistán cuenta con excedentes energéticos significativos, especialmente durante los meses de invierno.

El secretario subrayó que, mientras el FMI descarta el proyecto, el BM y otros socios aún lo mantienen bajo revisión. La decisión del organismo financiero era predecible, dada su conocida hostilidad hacia el ecosistema cripto. Desde su óptica, financiar energía subsidiada para fomentar la minería de Bitcoin en Pakistán representa un riesgo elevado.

¿Tiene futuro la minería de Bitcoin en Pakistán?

Por ahora, no está claro si las autoridades de Islamabad cederán ante la presión del organismo internacional. Según expertos del FMI, el plan de subsidios podría generar distorsiones en un sector energético ya afectado por una deuda circular estimada en unos 4.500 millones de dólares.

Este nuevo rechazo ocurre tras meses de intercambios entre el país y el fondo sobre el uso productivo del excedente energético. La oposición del FMI a las criptomonedas se ha vuelto una constante, incluso frente a su creciente adopción por parte de diversos estados nación.

Actualmente, el organismo mantiene una postura beligerante contra El Salvador, uno de los países más activos en la adopción de Bitcoin. A pesar del respaldo legal de esta criptomoneda en ese país, el FMI continúa exigiendo su eliminación, y no descarta condicionar préstamos a ese cambio de política.

Como puede observarse, existe una creciente tensión entre el poder financiero del FMI y las decisiones soberanas de ciertos países. Las autoridades de Pakistán parecen decididas a impulsar la minería de Bitcoin, y ya consideran modificar su plan de subsidios energéticos para mantener el proyecto en marcha.

Según reportes locales, el mayor error de Islamabad habría sido no consultar previamente al FMI sobre esta iniciativa. Ese desliz habría provocado el rechazo inmediato del organismo y un clima de fricción entre ambas partes.